Ir Con Todo: Semana 4

Guía del Líder

La semana pasada, analizamos la forma en que el Espíritu Santo nos impulsa a actuar a medida que crecemos en nuestra capacidad de compartir el evangelio. Esta semana, analizaremos cómo es ofrecer un sacrificio aceptable. Ya sea que tengamos poco o mucho, Dios valora la integridad y el carácter. En realidad, Él no necesita nuestro dinero ni nuestro tiempo; quiere nuestro amor y nuestra lealtad.

Lo que necesitará: Una Biblia o su aplicación de la Biblia, un cuaderno, un bolígrafo y un marcador. Los siguientes versículos resaltados para usted están enlazados para acceder a ellos fácilmente durante su estudio.

 

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Líder: Esta sección está diseñada para iniciar discusiones, examinar la verdad de Dios y aplícala a nuestra semana. Los líderes de grupo de vida no deben asumir que todos en su grupo son seguidores de Cristo. Como él/ella participa en un grupo de vida, puede estar abierto a conocer más y explorar. Ore para que el Espíritu Santo trabaje y deje que Él también lo guíe

1. Cuente una ocasión en la que usted o alguien cercano a usted “jugó con fuego” en sentido literal o figurado. ¿Esa experiencia peligrosa le enseñó algo de sentido común o la pasó por alto y lo dejó propenso a la misma conducta nuevamente? 2

 

2. Lea Hechos 5:1-11; 1 Corintios 6:19. El Espíritu Santo no se deja engañar. ¿Cómo nos recuerda esta historia que el pecado y el engaño pueden contaminar incluso nuestro servicio y nuestras donaciones monetarias? ¿Qué escenarios cree que habrían tenido un resultado diferente para Ananías y Safira? ¿Dios necesita nuestro dinero?

Líderes: Esta historia aleccionadora nos recuerda que el Espíritu Santo es poderoso. No podemos comportarnos con ligereza en pecado mientras aparentamos hacer una obra buena y santa. No estamos obligados a dar, pero cuando donamos o servimos en Su nombre, ¡mejor que no sea falso! Él no se impresiona, no se complace ni se deja engañar. Al igual que el Dios del Antiguo Testamento, el Espíritu Santo de Dios es muy bueno, pero no necesariamente seguro para quienes desobedecen deliberadamente y a sabiendas. La santidad y el pecado son mutuamente excluyentes.

 

3. Lea Hechos 4:32-37. Dios quiere nuestro corazón, no la perfección. ¿Qué tipo de servicio y sacrificio se está dando en el versículo 32? ¿Por qué Ananías y Safira podrían haber sentido presión para vender su campo y donar las ganancias?

Líderes: Los otros miembros de la iglesia que tenían propiedades las estaban vendiendo y donando en el versículo 32. Era un momento emocionante para la Iglesia. La Iglesia no tenía personas necesitadas en ella; eran un ejemplo de amor en acción en su comunidad. La gente sabía que seguían a Jesús por lo bien que se cuidaban unos a otros. Finalmente, Ananías y Safira pueden haber estado tratando de “mantenerse al día con Bernabé” cuando vendieron su campo. En los versículos 36-37 vemos un ejemplo de un hombre que vendió su campo y donó las ganancias y no cayó muerto. No se trata de un sacrificio, una donación o un servicio perfecto, pero tenemos que ser auténticos cuando nos unimos a lo que el Espíritu Santo está haciendo.

 

4. Lee Mateo 6:19-21. ¿Estás dando lo mejor de ti a Dios? Cuando sirves, das económicamente y participas con el Espíritu Santo en Su obra, considera si lo que estás ofreciendo es auténtico. ¿En qué áreas estás dando lo mejor de ti a Dios y en qué áreas necesitas que te hagan un examen de corazón?

Líderes: Almacenar tesoros en el cielo suena egoísta. En realidad, lo que nos recuerda el pasaje es que podemos gastar nuestros recursos (tiempo, dinero, esfuerzo, talento) en cosas que conservarán su valor para siempre o podemos gastarlos en cosas que desaparecerán en muy poco tiempo. Cuando contribuimos a la obra de Dios y a Su reino en formas grandes o pequeñas, ese tesoro no desaparece. Sin embargo, ten en cuenta que, si bien podemos engañar a casi todos los demás, no podemos engañar a Dios. Él sabe cuándo estamos tratando de manipular el sistema. No se deja engañar ni persuadir por ninguna contribución. Recuerda que Él no necesita tus recursos, Él quiere que participes de todo corazón con Él en lo que Él está haciendo.

 

Paso de Acción: Esta semana, desafíate a unirte a Dios en lo que Él está haciendo. Hazlo “con todo” comprando algunos alimentos, orando con alguien que esté pasando por un momento difícil cuando no estás en la iglesia o comprando el almuerzo para alguien. Si tu grupo de vida se reúne en un espacio donde es posible, considera hacer algo ahora mismo... recuerda que Dios no necesita tu dinero ni tu servicio y, sin embargo, Él quiere tu corazón entregado de manera auténtica.