Guía del Líder
Las relaciones son maravillosas, difíciles, complicadas y, a veces, confusas. Todos hemos tenido (o tenemos) conflictos o situaciones que necesitan restauración en nuestras vidas. Este fin de semana en el mensaje hablamos de cómo tener restauración bíblica con las personas que Dios ha puesto en nuestras vidas.
Lo que necesitará: Una Biblia o su aplicación de la Biblia, un cuaderno, un bolígrafo y un marcador. Los siguientes versículos resaltados para usted están enlazados para acceder a ellos fácilmente durante su estudio.
Inicio
Líder: Esta sección está diseñada para iniciar discusiones, examinar la verdad de Dios y aplícala a nuestra semana. Los líderes de grupo de vida no deben asumir que todos en su grupo son seguidores de Cristo. Como él/ella participa en un grupo de vida, puede estar abierto a conocer más y explorar. Ore para que el Espíritu Santo trabaje y deje que Él también lo guíe.
1. Comparte un momento en el que se restableció una relación en tu vida. ¿Tiene actualmente algún problema sin resolver en una relación?
2. La restauración requiere transparencia. Lea Génesis 45:1-3. Considere la frecuencia con la que ocultamos nuestros verdaderos sentimientos en relaciones rotas. ¿A quién le dolió más cuando José oculta la verdad? ¿De qué manera hay que ser transparente en una relación para verla restablecida?
Líderes: Si queremos ver una verdadera restauración y sanación en nuestras relaciones, debemos ser transparentes. Muchas veces debemos dar el primer paso. No podemos permanecer pasivos sólo para evitar conversaciones difíciles. En Romanos 5:8 Cristo murió por nosotros cuando aún éramos pecadores. Jesús dio el primer paso y queremos hacer lo que Cristo hizo.
3. La restauración requiere perdón. Lea Génesis 45:4-5, Colosenses 3:13. ¿Cómo implica este pasaje de las Escrituras que José ha perdonado a sus hermanos? En Colosenses, ¿Cristo sugiere u ordena el perdón? ¿De qué manera podría Dios pedirte que des el primer paso en una relación rota o tensa?
Líderes: El perdón no es un sentimiento; es una elección y un mandato de nuestro Señor. No podemos basar el perdón en nuestros sentimientos. Nuestros sentimientos no son exactos y nos mentirán. El perdón nos permite seguir adelante en nuestra vida y la relación.
4. Permita que Dios use su dolor. Lea Génesis 50:20, 2 Corintios 1:4. ¿Cómo usó Dios la herida y el dolor en la vida de José para ayudar a otros? ¿Cómo puede Dios usar tu herida y tu dolor para ayudar a otros en tu vida?
Líderes: Queremos ser claros; Dios no causa dolor. Sin embargo, nuestro Dios es tan grande que puede tomar lo que originalmente estaba destinado al mal y usarlo para el bien. Nuestra relación con Cristo era desordenada y rota. Sin embargo, dio el primer paso para restaurar esa relación con Él y usar nuestras vidas para algo más grande. No desperdicies tu dolor, permite que Dios lo use para ayudar a otros.
Paso de Acción: Pídele a Dios que te muestre cualquier relación que pueda necesitar sanación o restauración en tu vida. Pídele que te ayude a ser transparente y dar el primer paso, perdonar y permitir que Dios use tu dolor.
Profundizar
5. Lea Juan 4:7-17. Considere a la mujer junto al pozo, ¿estaba siendo transparente con Jesús al principio? ¿Qué podemos especular sobre la mujer ya que llegó al pozo cuando no había nadie más allí?
Líderes: Esta mujer tenía algunas relaciones rotas y desordenadas. Llegó al pozo en un momento en el que no habría nadie allí. Probablemente para evitar el ridículo ante los demás. Sin embargo, Jesús tenía un plan para su herida y dolor. Ella no fue transparente al principio, pero por supuesto Jesús conocía su historia.
6. Lea Juan 4:25-30, Juan 4:39. ¿Cómo cambió su vida el perdón de Jesús? ¿Cómo usó Jesús su dolor para cambiar la vida de tantas personas?
Líderes: Jesús puso patas arriba toda esta historia. Su vida estuvo llena de relaciones rotas, heridas y dolor. Él apareció un día para ofrecerle perdón. Luego ella, a su vez, compartió con los demás lo que Él había hecho por ella. Jesús usó esto para salvar a muchos en ese pueblo. Jesús quiere restaurar las relaciones rotas; por eso vino, murió y resucitó.