Deseos: Sexo, Parte 4

Guía del Líder

Este fin de semana cerramos nuestra serie Deseos con el tema del Sexo. Aprendimos que el sexo no es malo ni incorrecto cuando se usa de la forma en que Dios lo diseñó. Analicemos el plan de Dios para un deseo sexual saludable.

Lo que necesitará: Una Biblia o su aplicación de la Biblia, un cuaderno, un bolígrafo y un marcador. Los siguientes versículos resaltados para usted están enlazados para acceder a ellos fácilmente durante su estudio.

 


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Líder: Esta sección está diseñada para iniciar discusiones, examinar la verdad de Dios y aplícala a nuestra semana. Los líderes de grupo de vida no deben asumir que todos en su grupo son seguidores de Cristo. Como él/ella participa en un grupo de vida, puede estar abierto a conocer más y explorar. Ore para que el Espíritu Santo trabaje y deje que Él también lo guíe.

 

1. ¿Cómo se representa el sexo en nuestra cultura actual? ¿Crees que nuestras opiniones sobre el sexo están distorsionadas?

 

2. El sexo no es malo. Génesis 1:27-28, 1 Corintios 6:18. ¿Quién creó el sexo? ¿Cómo afecta eso tu visión del sexo? Según 1 Corintios ¿de qué debemos huir?

Líderes: Necesitamos ver claramente aquí que Dios diseñó el sexo para que fuera algo bueno entre marido y mujer. Sin embargo, cuando nos salimos del diseño de Dios para el sexo, creamos dolor y podemos volvernos peligrosos y destructivos. La Biblia no dice que huyamos del sexo sino de la inmoralidad sexual. Necesitamos enseñar el mensaje correcto.

 

3. El sexo es un deseo, no una necesidad. Lea 1 Corintios 7:6-8, 1 Corintios 6:13b. Según esta escritura, ¿es el sexo una necesidad absoluta? ¿Por qué podría ser bueno que alguien decidiera permanecer soltero? ¿En qué se diferencia el énfasis del mundo en la identidad sexual de cómo Dios quiere que nos identifiquemos? En definitiva, ¿para qué fue creado nuestro cuerpo?

Líderes: Aquí Pablo simplemente estaba diciendo que a veces es mejor no casarse si eso te permite concentrarte en la obra de Dios. Obviamente, si algunas personas pueden hacer eso, entonces no es necesario. No moriremos sin sexo. Nuestra cultura está tratando de envolver nuestra identidad en torno a nuestra sexualidad. Esto puede alejarnos de nuestra verdadera identidad y propósito en Cristo. Dios debe ser nuestro primer deseo.

 

4. El sexo fue diseñado por Dios para ser íntimo. Lea Génesis 2:22-25. ¿Cuál es el significado de que Dios haga del hombre una mujer? ¿Cómo podría ayudar este versículo a alguien que está luchando contra los deseos equivocados?

Líderes: Dios nos muestra en esta escritura Su diseño para el hombre y la mujer, el matrimonio y el sexo. Cuando se haga dentro de Sus límites, no nos avergonzaremos y creará una intimidad segura dentro del matrimonio. Nadie debería conocernos como nuestro cónyuge. Para aquellos que son solteros o están en noviazgo, la mejor manera es la de Dios. Dios nos ha hecho para mucho más que nuestra identidad sexual.

 

Paso de Acción: Recuerde, aún no es demasiado tarde. Dios hace nuevas todas las cosas. Pídele que te ayude con tus deseos sexuales. Que se alinearán con Su plan. Pídele que te ayude a buscarlo a Él primero.

Líderes: Sean sensibles a todo tipo de situaciones. Solteros, noviazgos, viviendo juntos, matrimonios en dificultades o incluso atracciones hacia el mismo sexo. Lo fundamental que hemos aprendido en esta serie es que no todos nuestros deseos provienen de Dios. Somos más que nuestra identidad y deseos sexuales. Debemos “buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, y estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33


Profundizar

5. Lea 2 Samuel 11:1-4. ¿Estaba David siguiendo el diseño de Dios para el matrimonio y el sexo o sus propios deseos?

Líderes: David claramente estaba siguiendo sus propios deseos carnales. Veremos cómo esto creará dolor y destrucción.

 

6. Lea 2 Samuel 11:5, 2 Samuel 11:14-17. ¿Cuáles fueron los resultados de los deseos incontrolados de David?

Líderes: Las acciones de David crearon una serie de eventos que finalmente lo llevaron a la muerte. Eso es lo que hace nuestro pecado, lleva a la muerte. Física y espiritualmente.