Temor A Dios: Parte 3 – Demasiado Cerca del Pecado

Guía del Líder

A medida que nuestra relación con Dios cambia, también cambia nuestra relación con el pecado. Cuando realmente creemos en Él y pasamos tiempo en Su santa presencia, nuestro comportamiento comenzará a cambiar. No tenemos la capacidad de estar cerca de Dios y seguir pecando felizmente. Nuestra cercanía a Él es lo que nos abre los ojos a nuestras decisiones equivocadas y nos ayuda a tomar mejores decisiones. Esta semana discutiremos cómo una relación con Cristo transformará nuestros corazones y nuestras acciones.

Lo que necesitará: Una Biblia o su aplicación de la Biblia, un cuaderno, un bolígrafo y un marcador. Los siguientes versículos resaltados para usted están enlazados para acceder a ellos fácilmente durante su estudio.

 

Inicio

Líder: Esta sección está diseñada para iniciar discusiones, examinar la verdad de Dios y aplícala a nuestra semana. Los líderes de grupo de vida no deben asumir que todos en su grupo son seguidores de Cristo. Como él/ella participa en un grupo de vida, puede estar abierto a conocer más y explorar. Ore para que el Espíritu Santo trabaje y deje que Él también lo guíe.

1. ¿Cuándo has intentado hacer algo divertido o relajante, pero por mala actitud o ingratitud no resultó como planeabas o esperabas?

 

2. Pregúntate: ¿Es Jesús mi Señor? Lea 1 Juan 3:4-6. ¿Podemos conocer a Dios si pecamos? ¿Cómo cambia nuestra visión del pecado a medida que nos acercamos a Dios y maduramos? ¿Qué significa permanecer en Dios?

Nota para el líder: Los humanos tienen una naturaleza pecaminosa. Como creyentes, no estamos exentos de pecar, sin embargo, nuestra perspectiva sobre el pecado cambia. Tenemos el deseo de arrepentirnos y dejar atrás el pecado habitual cuando estamos en relación con Cristo. "Permanecer" proviene de la misma raíz que "morada". Es “vivir dentro”, un enfoque holístico de nuestra relación con Dios. Hacemos nuestro hogar en Él.

 

3. Dígase a sí mismo: No soy la excepción a la Palabra de Dios. Lea 1 Juan 1:8. ¿Qué produce la Verdad? ¿De qué manera el pecado nos engaña, adormece y engaña?

Nota para el líder: Es más difícil ver el pecado cuando se ha convertido en un hábito con el que nos sentimos cómodos. Jesús no rechaza a los pecadores; en el Nuevo Testamento los pecadores también son atraídos a Jesús. Cuando Dios se acerca a nosotros, pecar ya no es cómodo. Cuando deseamos permanecer cerca de Dios, también nos sentiremos llamados al arrepentimiento y a un cambio de conducta.

 

4. Pídale a Dios que revele mis pecados. Lea Salmo 139:23-24. ¿Qué sucede cuando permitimos que Dios nos muestre las cosas malas que estamos haciendo? ¿Dios te ha revelado algo que necesites cambiar recientemente? Si no, ¿por qué crees que no lo ha hecho?

Nota para el líder: Jesús es consciente de que nuestra naturaleza es pecar. Cuando acudimos a Él con nuestros pecados, sabemos que Él tendrá compasión de nosotros, que ya tomó el castigo que merecemos y que nos amará a través de la transformación. Su gracia abnegada inspira arrepentimiento.

 

5. Haz un cambio: ¿Qué haré diferente? Lea 1 Juan 3:9. ¿Cómo mora Dios en nosotros? ¿De qué manera ha cambiado tu perspectiva sobre tus propios comportamientos imperfectos desde que te convertiste en creyente? Considere convicciones menos llamativas como hábitos de visualización, desahogo/chisme, controlar mi lenguaje, ser fácil de insultar, mi apoyo a los pobres y a los extranjeros, prácticas del Sabat, amar a mi prójimo, respetar a mis padres.

Nota para el líder: Se nos dice que “huyamos” del pecado. Necesitamos ponernos en mejores situaciones o establecer límites protectores que decidamos de antemano, no simplemente esforzarnos más cuando somos tentados a pecar.

 

6. Pasos de Acción: ¿Qué pasos puedes tomar esta semana para honrar a Dios de ahora en adelante?

Nota para el líder: Tómese el tiempo para reflexionar sobre las áreas de su vida que pueden estar alejándole gradualmente de Dios. Reduce la velocidad lo suficiente como para pasar tiempo con Dios y Él te ayudará a reconocer esas cosas. Pide el poder de Dios para cambiar tu corazón y tus acciones.

 

Profundizar

Lea el Salmo 139. Considere lo siguiente: Salmo 139:1-6 ¿El conocimiento íntimo que Dios tiene de nuestros pensamientos y comportamientos te resulta tranquilizador o inquietante? ¿Por qué?

Nota para el líder: Dios no se sorprende por nuestro pecado. Si permitimos que el pecado sea más importante para nosotros que Dios, deberíamos sentirnos inquietos. No hay pensamiento o comportamiento que sea demasiado difícil de manejar para Dios.

 

Lea Salmo 139:7-12. ¿Por qué es inútil tratar de escapar de Dios? ¿Dónde estás ahora? ¿Te sientes cerca de Dios o lejos de Él y por qué?

Nota para el líder: Dios está en todas partes, e incluso cuando pensamos que estamos lejos de Él, Él nos conoce y se preocupa por nosotros. Nuestra sensación de Su presencia puede disiparse cuando nos distanciamos de Él, pero eso no significa que Él no esté ahí.

 

Lea Salmo 139:13-24. Ora el Salmo 139:23-24 sobre ti mismo. Si este es un ejercicio incómodo, considere por qué podría serlo y tráigalo a Dios también.

Nota para el líder: Salmo 139:23-24 es un ejemplo del paso 4 anterior, pedirle a Dios que revele nuestros pecados. Este ejercicio es incómodo para cualquiera, pero especialmente cuando aún no hemos permitido que Dios nos muestre nuevas áreas que debemos abordar. Una vez que oramos, recibimos, cambiamos y oramos nuevamente, nos damos cuenta de que el proceso no es tan aterrador después de todo. Servimos a un Dios que es santo, compasivo y amoroso.