Leader Guide - ES

La semana pasada comenzamos nuestra serie hablando de José y cómo Dios lo usó, a pesar de las luchas y obstáculos en su vida. Esta semana seguimos hablando de José. Aprendemos cómo podemos distinguir entre cuáles son nuestras metas y ambiciones, en oposición al propósito y llamado de Dios para nuestras vidas.

A menudo pasamos por la vida sin examinar nuestra situación o sin pensar hacia dónde vamos. Si nos sentimos cómodos, podemos volvernos apáticos. Si nos hundimos en el estrés y la desesperación, a menudo no tenemos la energía para mirar hacia adelante y más allá. Pero Dios quiere darnos Su sueño para nuestras vidas. Y eso comienza con buscarlo a Él.

Hay tantos problemas que nos impiden lograr nuestras metas y realizar nuestros sueños. Pero, ¿qué pasa con los peligros de alcanzarlos y obtener una medida de éxito? Dediquemos un tiempo a considerar nuestras actitudes, probándonos a nosotros mismos y a nuestro corazón.

¿Sientes la presión de la temporada navideña? ¿Para crear recuerdos y hacer que todo sea perfecto para todos los que te rodean? Aunque la Navidad es una época loca del año, podemos encontrar la paz perfecta ahora y para siempre en Jesucristo. ¡Veamos cómo lo hacemos!

A menudo hablamos del Nuevo Pacto como mucho más simple que el Antiguo Testamento con todas sus muchas leyes. ¡Pero en todos los casos, Jesús hizo que obedecer a Dios fuera menos complicado y más difícil! Sus estándares, para todo, desde nuestras acciones hasta nuestros pensamientos y motivaciones, son más estrictos que un conjunto de leyes y comportamientos. ¡Pero Jesús nos muestra el camino y nos capacita para amar a los demás!

A veces, la vida lanza situaciones inesperadas. ¿Qué tan seguro está usted de que Dios está de su lado? ¿Qué tiene un buen plan para usted? Esta semana aprenderemos que con nuestra nueva vida en Cristo viene el favor de Dios, Su Espíritu y un nuevo propósito para nuestra vida.

Tendemos a pensar en la adoración como una canción en el servicio semanal, o algo que podemos ver, pero en lo que no participamos. La verdadera adoración — adoración en espíritu y en verdad — proviene de un corazón que busca fervientemente a Dios a lo largo de los días y las semanas. No se limita a una hora en el edificio de la iglesia. Esta semana tenemos el desafío de construir un altar y adorar continuamente con nuestras vidas.

No importa si fueron hirientes (“no sirven para nada”) o exageradas (“¡Oye, princesa!”), las etiquetas que se nos atribuyen pueden afectar nuestras vidas. Estamos a la altura de ellos. Nos vemos a nosotros mismos como nos ven nuestros peores críticos — o nos volvemos privilegiados — tal como los adultos nos enseñaron a ser. La manera de liberarse de las etiquetas y vivir a la altura de lo mejor que Dios tiene para nosotros es mirarlo a Él por nuestro valor. ¿Qué dice Él de usted? Una vez que lo sepa, puede tener confianza en esa identidad.

La vida es dura y tenemos tareas difíciles por delante: terminar un proyecto, sanar una relación, iniciar un negocio, ¡incluso dejar una carrera para volver a la escuela! Este dicho es saludable: “Podemos hacer cosas difíciles.” Sin embargo, muchos de nosotros luchamos para comenzar o completar los sueños que Dios nos ha dado. Dios tiene una estrategia y ha provisto todos los recursos que usted necesita para hacer todo lo que Él ha puesto en su corazón.

Gran parte del estrés que tenemos sobre el dinero y las finanzas proviene del miedo. ¿Tendré suficiente? ¿Seré un éxito? ¿Estoy manteniendo a mi familia y dándoles una gran vida? Necesitamos reemplazar el miedo con confianza y satisfacción. Dios es nuestra ayuda y nuestro proveedor. Él nunca tuvo la intención de que nosotros manejáramos esta presión. Él tiene un plan para liberarnos del estrés. De hecho, Él proveerá todo lo que necesitamos para una vida que lo honre.