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La historia de Pascua es la historia más sorprendente que jamás haya existido y una de las más difíciles de creer para algunas personas. Jesús vivió, fue golpeado, clavado en una cruz, murió, resucitó al tercer día y ahora está vivo. Esta historia real cambió el mundo.

Al concluir nuestra discusión sobre el Espíritu Santo, hemos aprendido quién es el Espíritu Santo, cómo experimentarlo, la unidad que Él crea y cómo recibir el Espíritu Santo en nuestras vidas. En el mensaje de este fin de semana aprendimos cómo podemos entristecer al Espíritu Santo, el resultado que tiene en nuestra salud espiritual y la receta para corregirlo.

En el mensaje de este fin de semana aprendimos cómo recibimos el Espíritu Santo, cómo vivimos en el Espíritu y cómo Su presencia en nosotros es un pago inicial para la eternidad. Es posible que antes hayamos tenido miedo o vacilación acerca del Espíritu Santo, ahora podemos estar emocionados y entusiasmados por buscarlo y recibirlo.

En el mensaje de este fin de semana consideramos cómo el Espíritu Santo usó a los discípulos para crear la Iglesia y la unidad que compartían. Al dedicar tiempo, sacrificarse unos por otros y sacrificarse hacia una meta común, los creyentes se unieron y se llenaron del Espíritu Santo.

En el mensaje del fin de semana aprendimos cómo es experimentar el Espíritu Santo. Cuando caminamos en el Espíritu, nuestras vidas se llenarán de gozo. Veamos cómo podemos experimentar el Espíritu Santo, día a día.

La fe es uno de los aspectos más importantes de nuestro caminar cristiano con Dios. Esta semana veremos cómo tener una “fe activa” y cómo hacer crecer nuestra fe en Dios.

Lo que cambiará tu vida más que cualquier otra cosa es una relación íntima con Dios. No se trata de creencias básicas o de seguir un conjunto de reglas, sino de una relación profunda y única con tu Dios Creador. ¡Discutamos cómo lograrlo!

A medida que nuestra relación con Dios cambia, también cambia nuestra relación con el pecado. Cuando realmente creemos en Él y pasamos tiempo en Su santa presencia, nuestro comportamiento comenzará a cambiar. No tenemos la capacidad de estar cerca de Dios y seguir pecando felizmente. Nuestra cercanía a Él es lo que nos abre los ojos a nuestras decisiones equivocadas y nos ayuda a tomar mejores decisiones. Esta semana discutiremos cómo una relación con Cristo transformará nuestros corazones y nuestras acciones.

Jesús dijo: “Si el mundo os odia, recordad que a mí me aborreció primero.” Seguir a Jesús tiene un costo. El Evangelio no sólo es útil para mejorar nuestras vidas. El propósito más amplio de los evangelios es inspirarnos presentándonos a un Dios que no sólo es todopoderoso y omnisciente sino también extravagantemente fiel y amoroso. Este mundo está lleno de trampas que pueden impedirnos conocer mejor a Dios o tener una fe salvadora. El miedo al hombre es una de esas trampas que nos aleja de la sabiduría que Dios proporciona. Es posible que queramos encajar con las personas que nos rodean. Sin embargo, cuando reconocemos y nos sometemos a la mayor autoridad de Dios, le agradamos, nos volvemos más como Jesús y su santidad brilla a través de nosotros: una luz en la oscuridad.

Cuando leemos el Antiguo Testamento, es fácil “temer a Dios” mientras Su poder está en pleno despliegue. Al entrar en el Nuevo Testamento, Jesús muestra un Dios más misericordioso y pacífico, lo que hace que parezca contradictorio temer a este Dios amoroso. Sin embargo, el “temor a Dios” se refiere a un profundo respeto y reverencia hacia Él. Podemos ver que a medida que nos acercamos más a Dios, también creceremos en nuestro asombro hacia Él. Esta semana veremos cómo respetar Su autoridad puede cambiar la forma en que vivimos.